viernes, 25 de octubre de 2013

Trabensol

Nuestras hijas e hijos se han quedado un poco sorprendidos de nuestra rápida decisión de irnos a vivir a Trabensol, saben que estamos trabajando en este proyecto y nuestra idea ha sido siempre no ser una carga para ellos.

Nos han ofrecido sus casas, su ayuda, pero no deseamos complicarles una vida que ya tienen bastante cargada de trabajo.

Sin embargo no renunciamos a sus caricias, a sus atenciones, esperamos que vengan a vernos de vez en cuando y nos vean contentos, con nuestros amigos y cuando vuelvan a casa estén tranquilos de que estamos bien cuidados.

Pero...no soy tan ingenua de pensar que la vida es una novela rosa, se que hemos llegado a la última morada y hay que despedirse de ajetreo de la gran ciudad ¡tan jodidamente encantador!, de salir de noche, de improvisar e irnos a comer por ahí, de montarnos en las barcas del Retiro..

.Juventud divino tesoro ya te vas para no volver cuando quiero llorar no lloro y a veces lloro sin querer.

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