martes, 16 de junio de 2015

Chile


Mis circunstacias, que son independientes de mi voluntad y aparecen sin esperarlo, me van a llevar dentro de unos días a Santiago de Chile.

En mis planes no entraba este viaje pero...no he podido resistir a la llamada de mi hijo que me pide que vaya a ayudarle en el cuidado de mi nieto.


Las abuelas somos así, aunque estemos viejitas, yo voy a cumplir 75 años en Agosto, aunque nos cansemos, aunque hagamos un gran esfuerzo, no sabemos negar una ayuda cuando se nos necesita, además nos hace ilusión que todavia se cuente con nosotras.

Santiago es una ciudad estupenda. La gente que vive allí me parece amable, educada, sin agresividad.

Me gusta que después de 14 horas de vuelo, cambio de continente, de hemiferio, de clima, me encuentro una ciudad que ¡habla español!.
Es verdad que los españoles nos llevamos el oro pero dejamos, sin darnos cuenta, el oro del idioma, como dice Neruda. 

Pero sobre todo, en esta magnifica ciudad ha nacido Martín y va a ir su abuela a contarle el cuento de "Los Tres Ositos"

lunes, 1 de junio de 2015

Buen rollito





En esta experiencia de envejecer juntos, Jaime y yo hemos conservado nuestro buen entendimiento. Nos contamos nuestras cosas, las carencias y limitaciones que vamos adquiriendo día a día "hoy me he levantado un poco mareado" " pues yo tengo la rodilla imposible, eso es que va a llover" y cosas de ese estilo pero que el hecho de contarlas a tu compañero ya pierden su acritud y se convierten en un escape, una confidencia , un consuelo.

Por la tarde nos damos siempre un paseo juntos, Jaime se apoya un poquito en mi porque anda con inseguridad, yo todavia puedo ayudarle...

Creo que el haber tenido paciencia, saber escuchar y aceptar la sencillez de la vida junto con el ejemplo de nuestros padres ha hecho que ahora estemos bien.