Se han reunido las autoridades y representantes de los ciudadanos españoles para hacer un homenaje y reconocimiento a las victimas del Covid-19. El acto ha sido sobrio, sentido y laico.
Es la primera vez que veo una celebración por los difuntos sin que se mencione a Dios como una referencia a la inmortalidad del alma.
Me da la impresión que me estoy asomando a un tenebroso abismo donde no hay nadie que me acoja después de la muerte.
¡¿Estamos solos?!
No hay comentarios:
Publicar un comentario