Estos últimos días de verano hemos estado cenando y oyendo una orquestita de jazz en el chiringuito de la piscina.
Es una imagen amable que me queda de este verano de 2018.
Una cerveza fría, unos calamares fritos, las ocurrencias superficiales de los amigos y...tan a gusto.
Tengo la impresión de que el verano se acaba, definitivamente.
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