BODAS DE ORO

50 años es muy poco tiempo.

La tierra ha dado 50 vueltas alrededor del sol ¡una nimiedad!

Un glaciar, una estalactita, una costa... ni se han movido.

Pero para una flor o una mariposa, o un pájaro 50 años es una eternidad.

Para una vida humana es mas de la mitad de la vida, es una porción muy importante del trayecto vital. 

En mi caso, le tiempo transcurrido entre el 

30 de Abril de 1.965   y 

30 de Abril de 2.015

 ha sido como un paseo por un jardín, en una buena compañía, con inesperados y sorprendentes encuentros.

Creo que, sin proponérnoslo hemos encontrado la puerta del

JARDÍN DE LAS DELICIAS 

  ¡¡¡Gracias!!! al dueño del jardín

Nuestros afines

Martín no tiene miedo a los gatos, le gustaría acariciarlo y el gato lo mira con tranquilidad .

 Siguen las caricias, también Mila simpatiza con el felino

Me gustan estas imagenes tan naturales. Niños, gatos...¡encantador!

Hoy me he encontrado una araña en el pasillo de casa.

Los insectos me molestan, no me gustan nada.

El primer impulso ha sido pisarla, pero me he contenido, la he dejado vivir.

Ahora pienso que en esta gran sinfonía que es la vida hay notas que no comprendo pero intento aceptar que lo que importa es la armonia total

Olvido Hormigos

Hay personas que nos muestran dimensiones nuevas de la realidad. Creo que Olvido ha abierto una puerta que ha escandalizado a mucha gente,  pero que a mi me parece un nuevo camino inexplorado y muy interesante.

¡Se atreve a defender su derecho a disfrutar de relaciones sexuales placenteras!

¡¡¡Habrase visto!!! y encima es casada y madre ¡¡¡que escandalo!!!

Olvido es una buena madre, es amiga de su ex marido, responsable en su trabajo, le gusta vivir con su familia pero... no renuncia a tener una vida alegre y divertida.

La cultura, las religiones, las costumbres, nos han asignado a las mujeres el papel de sufridoras en casa, sacrificadas, dispuestas siempre a los deseos del esposo, cuidadoras de nuestros hijos, de nuestros mayores, trabajadoras en casa sin cobrar un duro, sin derechos laborales, sin pensión, sin consideración social.

¡Ya está bien!                                        ¡Olvido, gracias por abrirnos los ojos!

Adios Teresa

Maria Luisa y Teresa están jugando al Rumikú, tranquilamente, como si vivir fuera para siempre.

En poco tiempo Teresa enfermó y calladamente se ha ido.

Ellas están jugando al Rumikú en Trabensol, pero todos sabemos que esto es la sala de espera de la estación en donde en cualquier momento llegará nuestro tren y nos iremos.